El orgullo acaba en fracaso; la honra comienza con la humildad.
Proverbios 18: 12, TLA.
Materiales:
- Papel y lápiz.
Amán era tan orgulloso que si pasaba por tu lado y no te arrodillabas para saludarlo, se enojaba. Le gustaba que lo trataran como si fuera el rey. ¡Pero no era el rey! En cambio, Mardoqueo amaba a Dios y sabía que ninguna persona debe arrodillarse ante otra persona; solo ante Dios debemos arrodillamos. Porque no se arrodillaba ante Amán, Amán le tenía manía a Mardoqueo.
Un día, Amán llegó a casa feliz porque era el mejor amigo del rey, tenía mucho dinero y personas trabajando para él. Pero entonces se acordó de que Mardoqueo no se arrodillaba ante él y se enojó. Amán diseñó un plan para hacerle daño a Mardoqueo, pero no le funcionó porque Dios cuidó de Mardoqueo.
¿Sabes por qué Dios protegió a Mardoqueo de la maldad de Amán? Porque Mardoqueo era humilde. A pesar de que era primo de la reina Ester, él no trataba mal a nadie.
Si te enojas cuando no te tratan como tú quieres; si siempre quieres el primer lugar, debes orar a Dios para que te ayude a ser humilde. Si tienes un familiar que es rico o famoso, debes seguir siendo humilde.
Padre bueno, gracias por las personas que me enseñan a ser humilde.
Actividad: Hoy deja que otros coman la mejor comida y cede el primer lugar. Escribe una carta de agradecimiento a las personas humildes que conoces, como tu maestro, el panadero o el conserje de la escuela.