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Una iglesia generosa

El que es generoso será bendecido, pues comparte su comida con los pobres.

Proverbios 22: 9, NVI.

Materiales:

  • Pastel.

¿Te gusta compartir tus alimentos? Mira, mamá tiene un trozo de pastel. Es pequeño y tienes que compartirlo con mamá, papá y tus hermanos. ¿Fue difícil hacerlo? Hay personas a las que les gusta compartir cuando tienen mucho, pero cuando tienen poco, no lo hacen.

En 2 Corintios 8, Pablo habla de la iglesia de Macedonia. Eran hermanos pobres, pues no tenían mucho dinero. Pero cuando supieron que otra iglesia necesitaba ayuda, ellos le dijeron a Pablo que querían colaborar para darles alimentos y ropa a los necesitados. Todos llevaron de lo poco que tenían. El que tenía cuatro monedas dio dos, el que tenía dos dio una. La iglesia de Macedonia era una iglesia generosa.

Los macedonios estaban contentos, porque habían ayudado a la iglesia de Jerusalén. No sintieron tristeza porque les quedaba menos dinero. ¿Sabes por qué? Porque ellos amaban a Jesús y querían colaborar con él.

Jesús quiere que seas generoso como los macedonios, que compartas de lo poco que tienes con aquellos que no tienen nada. Jesús fue la persona más generosa que existió: dejó todo lo que tenía en el cielo para venir a la tierra a salvarnos. Gracias, Jesús.

Padre de amor, ayúdame a compartir lo poco que tengo con los demás.

Actividad: Junto a tus padres, tu maestra de Escuela Sabática y tus compañeros, escriban una carta sobre cómo pueden ayudar a otra iglesia que necesite ayuda. Entrega la carta a tu pastor.

Dileisi Alimaris Pacheco es psicóloga clínica. Trabajó durante mucho tiempo con niños que tienen diversidad funcional. Le encanta trabajar con los niños de la iglesia. Actualmente colabora en el Grupo de Trabajo de Psicología y Discapacidad del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, España.