Quienes son generosos, reciben en abundancia.
Proverbios 11: 24, TLA.
Materiales:
- Un vaso,
- una jarra con agua y un plato hondo.
Mira lo que tengo aquí. Imaginemos que el agua de esta jarra son los regalos que Dios te da, y que este vaso eres tú. Ahora mamá echará agua dentro del vaso. ¿Ves cómo se llena? Tú estás lleno de los regalos del amor de Dios.
Ahora, de este vaso, que eres tú, sale el agua y cae en este plato, que vamos a imaginar que son las personas bendecidas a través de ti. Dios llena tu vida de regalos pero no para que los dejes encerrados en ti, sino para que los compartas con otros, bendiciendo así a los demás. Eso es ser generoso.
¿Sabes qué significa la palabra «egoísmo»? Las personas egoístas no pueden recibir los regalos de Dios, porque no les gusta compartir. Así le pasó a Nabal, el esposo de Abigaíl. Él era un hombre muy egoísta. Cuando
David y sus amigos necesitaron alimentos, Nabal no quiso compartir su comida con ellos. Pero Abigaíl era generosa, le gustaba ayudar siempre. Por eso ella preparó mucha comida para David y sus amigos.
Debes ser generoso siempre, a pesar de que otras personas no lo sean. Solo si compartes lo que Dios te da, podrás ser feliz.
Padre bueno, ayúdame a compartir los regalos que me das.
Actividad: Junto a mamá o papá, hablen sobre cosas que puedes hacer esta semana para ser generoso en la escuela, la casa y la iglesia.