Soy tu Dios, borraré todos tus pecados y no me acordaré más de todas tus rebeldías.
Isaías 43: 25, TLA.
Materiales:
- Una vasija con agua,
- un lápiz y una hoja en blanco.
Con la ayuda de papá, escribe en este papel cosas que hiciste y que ofendieron a tus padres. Ahora colócalo en esta vasija con agua unos segundos.
Saca el papel. ¡Las letras se borraron! Pues así hace Dios con tus pecados: los borra, y no se vuelve a acordar de ellos.
Un día, un joven le pidió dinero a su padre y se fue de la casa, porque no quería seguir viviendo con su papá. Pasaron varios días y el dinero que su papá le dio se le acabó. Entonces se sintió triste, porque tenía hambre y no tenía dinero para comprar alimentos.
Por eso decidió regresar a la casa de su padre, y pedirle que lo perdonara. El hijo no sabía que su papá estaba todos los días en el camino, vigilando para cuando regresara.
Así que cuando el papá lo vio a la distancia, salió corriendo para abrazarlo. El joven se arrodilló y le pidió perdón. ¿Qué crees que hizo el padre? Perdonó a su hijo y olvidó las cosas malas que había hecho.
Dios perdona tus pecados y nunca más se acuerda de ellos. Papá y mamá también te perdonan siempre, a pesar de que a veces haces cosas que no les gustan.
Querido Jesús, gracias porque me perdonas.
Actividad: Abraza a tus padres y dales las gracias porque siempre te perdonan.