En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.
Juan 16:33.
¡Es tan agradable despertar feliz! Pero tal vez esa no fue tu realidad hoy. Pareciera que algunos días casi tienes que llamar a una grúa para que te saque de la cama, ¿no?
Incluso si tu día comenzó mal, no tiene por qué terminar de la misma manera. Dios puede cambiar cualquier situación.
En lugar de pensar en los problemas, trata de recordar las cosas buenas que ya han pasado en tu vida. Cambia los pensamientos negativos por positivos.
Puede ser que tengas motivos para estar triste, pero eso no es excusa para descargar tus problemas en otras personas, tratándolas mal, con indiferencia o ignorancia.
No olvides que Dios puede controlar e incluso cambiar tus emociones.