¡Anímense y pongan manos a la obra!
Hageo 2: 4, TLA.
Materiales:
- Huevos crudos en un plato y sartén, como si fuera a cocinar.
Papá empezó a preparar huevos para desayunar, pero no terminó. ¿Los puedes comer así? No. Están crudos. Imagina que mamá te pide que recojas tu habitación, pero tú solo haces la cama. ¿Y los juguetes por el suelo? ¿Y la ropa revuelta? ¿Crees que con solo hacer la cama ya terminaste de recoger tu habitación?
Este es el pueblo de Israel. Ellos habían regresado a su ciudad para reconstruir el templo. Cuando comenzaron a trabajar, unas personas malas les dijeron que tenían que detener la construcción. Los israelitas sintieron miedo y se fueron a sus casas sin terminar lo que habían empezado.
Este es el profeta Hageo. Él le está diciendo al pueblo de Israel que deben volver a trabajar, y poner manos a la obra porque no han terminado de restaurar la casa de Dios. También les está diciendo que no deben tener miedo, porque Dios está con ellos. Así que todos vuelven muy contentos al trabajo, y agradecen a Dios por ayudarlos a terminar.
¿Eres de los que dejan las tareas sin terminar? Si las dejas a la mitad es como si no las hubieras hecho. ¿Quieres ser laborioso? Entonces debes terminar las tareas que empiezas. Tus padres estarán contentos y podrás disfrutar mientras juegas. Jesús te ayudará. ¡Manos a la obra!
Querido Jesús, ayúdame a terminar siempre lo que empiezo.
Actividad: ¿Hay algún deber que no has terminado? Este es el momento para hacerlo.
