¡Hombre! El Señor te ha dado a conocer lo que es bueno, y lo que él espera de ti, y que no es otra cosa que hacer justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios.
Miqueas 6:8, RVC.
Muchas personas creen que ser cristiano es tener una lista de lo que “no” se debe hacer. En cambio, el versículo de hoy nos dice lo que “sí” debemos hacer, pues es lo que Dios espera de nosotros:
Hacer justicia. Se refiere a que nuestros actos sean justos siempre. En aquella época, en el pueblo de Israel los comerciantes actuaban de manera engañosa, estafando a las personas, por ejemplo, en el peso o la medida de lo que vendían.
Miqueas 6:10 dice: “En la casa del malvado hay riquezas mal habidas y esas medidas falsas que aborrezco”. Lo más probable es que tú no seas un comerciante estafador, pero piensa… Sí puedes evitar hacer trampa en un examen o al practicar algún deporte.Amar la misericordia.
La palabra “misericordia” significa compasión. En una ocasión Jesús contó una parábola de un hombre que fue asaltado por unos bandidos que “lo golpearon y se fueron”, dejándolo tirado.
Un sacerdote que pasaba por allí, al verlo, siguió de largo. “También un levita […] cuando lo vio, dio un rodeo y siguió adelante. Pero un hombre de Samaria […], al verlo, sintió compasión. Se acercó a él, le curó las heridas con aceite y vino, y le puso vendas”.
Después “lo llevó a un alojamiento y lo cuidó” (Luc. 10:30-34). Jesús dijo que el buen samaritano sintió compasión (o “misericordia”) por aquel hombre y eso hizo que lo cuidara como un buen amigo.
Humillarte ante tu Dios implica reconocer que no sabemos todas las respuestas y reconocer que Dios sí las tiene.
Él sabe qué camino debemos tomar para que nos vaya bien.
¿Quieres escucharlo hoy?