Moisés era la persona más humilde del mundo.
Números 12: 3, TLA.
Cuando papá diga ya, deben esconderse. La persona que él encuentre primero, pierde. ¿Preparados? ¡¡¡Vamos!!! ¿Perdiste alguna vez? ¿Cómo te sentiste? Las personas humildes aceptan cuando han perdido y les dan la oportunidad a otros de jugar y ganar.
Cuando eres humilde no sientes que necesitas ganar todo el tiempo, porque aceptas que a veces, otras personas hacen algo mejor que tú. Y no pasa nada por aceptarlo. De hecho, puedes felicitar a esas personas.
Moisés era la persona más humilde del mundo. En una ocasión su primo Coré le habló mal. Coré quería dirigir al pueblo en lugar de Moisés, por eso le dijo que él también había sido elegido por Dios.
Pero no era así. ¿Y sabes qué hizo Moisés? Moisés podría haberle dicho a Coré: «Yo soy el líder y aquí se hace lo que yo digo». Pero si hubiera dicho eso, ¿hubiera sido humilde?
Moisés le dijo a Coré que fueran juntos a hablar con Dios. Dios diría quién era el encargado de liderar a los israelitas. ¿A quién crees que eligió Dios? A Moisés. Porque Moisés era humilde.
Tú puedes ser humilde. Por ejemplo, si un compañero te habla mal, no te pelees, habla con la maestra. Si ganas a un juego, no te burles del que perdió; y si otro gana, puedes felicitarlo. Jesús estará feliz al ver que actúas con humildad.
Querido Padre, ayúdame a ser humilde, como Moisés.
Actividad: Junto a tus padres, jueguen a diferentes juegos. Ganes o pierdas, debes actuar con humildad.