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El dentista de tortugas

Matinal para Menores 2024

En aquel día restauraré la casa caída de David. Repararé sus muros dañados. De las ruinas, la reedificaré y restauraré su gloria anterior.

Amós 9: 11, NTV.

Los voluntarios del Centro de Fauna Salvaje de Willowbrook, en Estados Unidos, se sorprendieron cuando trajeron al centro una tortuga con un enorme trozo de caparazón roto en un costado. Las tortugas se mueven tan despacio que a menudo son atropelladas por los vehículos, y rara vez sobreviven, pero esta estaba muy viva.

Se podían ver los pulmones y otros órganos de la tortuga a través del agujero del caparazón, pero, por lo demás, la tortuga estaba sana. Los voluntarios se miraron estupefactos. ¿Qué debían hacer?

Tras investigar un poco, descubrieron que había esperanza para la tortuga si encontraban a un dentista dispuesto a ayudar con sus conocimientos dentales y algo de acrílico dental. Una de las voluntarias estaba casada con un dentista que estaba dispuesto a ayudar.

Así que, una tarde, el dentista acudió al centro de fauna salvaje con algunos suministros dentales y, tras hora y media de trabajo, la tortuga tenía un bonito parche azul en el caparazón. El parche impermeable protegería los órganos que había debajo y permanecería en su lugar mientras se curaba el caparazón de la tortuga.

¿Te has caído alguna vez y te has raspado una rodilla o un brazo? Duele, ¿verdad? A veces, duele tanto que no puedes dejar de llorar. Y si te has fracturado un brazo o un tobillo, sabrás el dolor que se siente. ¡Eso sí que duele!

Las personas también pueden destruir su vida como sucedió con el caparazón de la tortuga. Quizá conoces a alguien, o has oído hablar de alguna persona, que bebe mucho alcohol o que consume drogas. Esas personas están destrozando su vida. Si rompes un juguete, es posible que termines botándolo, pero Dios nunca desecha a nadie.

A Dios le gusta arreglar las cosas. En la Biblia hay muchas promesas que nos dicen que si creemos en Dios y le entregamos nuestro corazón, él reparará lo que esté roto en nuestra vida y nos dejará como nuevos.

- Vicki Redden se graduó en 1996 de la Universidad Adventista del Sur. Ella y su esposo, Ron, ambos niños en el fondo, tienen 11 sobrinos y sobrinas (¡al último recuento!) y dos perros: Molly y Alix. Ella está atenta a los héroes de Dios desde su hogar en Maryland.

- Dee Litten Reed creció en una granja en Virginia, rodeada de los animales de granja habituales, así como de algunas criaturas salvajes que rescató. Le encanta visitar zoológicos y acuarios con su nieto, Tommy, y observar ballenas navegar por la costa de Ventura, California.

- Joelle Reed Yamada se tomó un año libre de dar clases de religión en la escuela secundaria para viajar sola por el mundo. Ella y su marido, Brent, viven en una granja lechera en Inglaterra, donde ella enseña psicología y está aprendiendo todo sobre cómo ser una granjera inglesa. Se esfuerza mucho por mantener a su perra, Nala, fuera de problemas.