Pero tiene que pedir con fe, sin dudar nada; porque el que duda es como una ola del mar, que el viento lleva de un lado a otro.
Santiago 1:6
¡HAGAMOS HOY UN EXPERIMENTO MUSICAL!
Necesitaremos los siguientes materiales: -almidón de maíz -bolsa de plástico -caja de resonancia -agua. Empieza mezclando cuatro cucharadas de soperas almidón de maíz con cuatro de agua. A continuación, deposita la mezcla sobre una bolsa de plástico y colócala con cuidado sobre una caja de resonancia. Ahora, basta con encender el equipo de sonido con una música que tenga tonos graves potentes y ver cómo «baila» la mezcla.
Esto ocurre porque las ondas sonoras se propagan a través de medios líquidos, sólidos, gaseosos o plasmáticos.
Necesitamos ser firmes en la fe, porque el que duda, puede dejarse llevar y zarandear por los miedos y las inseguridades, como la mezcla de nuestro experimento que fue arrastrada por las ondas sonoras.
Dios nos invita a pedir con firmeza, sin dudar. Esto no significa que debamos exigir o imponer cosas a Dios, sino que debemos confiar en que nuestro bondadoso Padre no nos negará buenas dádivas, cuidará de nosotros y responderá nuestras oraciones. No debemos estar inquietos y temerosos por lo que ocurre a nuestro alrededor. Aunque el miedo y las inseguridades sean sentimientos naturales, no debemos dejar que nos dominen ni que nos quiten la paz.
No te dejes llevar por el sonido de la incredulidad o del miedo; no permitas que la duda hable fuerte a tu corazón. Pide a Dios fuerza y fe para continuar escuchando la voz del Espíritu Santo. Ora para que tu vida sea movida solo por el dulce sonido de la voz de Dios.