Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios.
Marcos 10: 25
¿ALGUNA VEZ TE HAS DETENIDO A PENSAR EN LA ESCENA DESCRITA en el versículo que acabas de leer? Que un camello pase por el ojo de una aguja es algo IMPOSIBLE. Pero ¿y que un huevo pase por la boca de una botella? ¿Crees que es posible? Averigüémoslo ahora mismo.
Necesitarás un huevo cocido (sin cáscara), una botella con una boquilla que sea estable y fuerte, cinta adhesiva de papel (de unos 15 cm) y un encendedor. Pide a un adulto que te ayude a prenderle fuego a la cinta de papel e introdúcela dentro de la botella. A continuación, coloca rápidamente el huevo para sellar la boquilla evitar que entre aire. El fuego consume oxígeno y calienta las moléculas de aire del interior del recipiente. El aumento de presión generado por estos factores hace que el huevo sea Succionado y forzado a entrar en la botella.
También nosotros podemos ser «absorbidos» por cosas que no son buenas. A menudo, el deseo de tener más, de estar a la moda y de seguir las tendencias, puede ser lo que nos aleje de Dios.
Lee el versículo de hoy una vez más. ¿Qué entiendes? Debemos tener mucho cuidado al leer este pasaje bíblico. Incluso si no te consideras rico, si tu TIEMPO, TALENTOS Y SUEÑOS están enfocados solo en conseguir más cosas en este mundo, entonces eso es en lo que tu corazón está atrapado. Tener mucho dinero no está mal. Muchos hombres que han dedicado su vida a Dios han sido bendecidos materialmente.
Así que la cuestión no es el dinero, sino dónde ponemos nuestro corazón. ¿Está tu corazón ligado a Dios o atrapado en las cosas de este mundo? Tu mayor tesoro debe estar en el cielo, no en la tierra.