No se aflijan por qué comer o qué beber. No se inquieten por eso. Porque la gente del mundo busca con afán estas cosas, que su Padre sabe que necesitan. En cambio, busquen el reino de Dios, y todas estas cosas les serán añadidas.
Lucas 12:29-31
El retrato que nos presenta el pasaje de hoy tiene una enseñanza clara: Dios sabe qué es lo que necesitamos, y es el mejor proveedor que existe para proveernos de lo necesario. Ahora bien, tenemos que tener cuidado de no confundir necesidades reales con necesidades creadas, es decir, con deseos que tenemos pero que no constituyen una necesidad.
Cuando vamos detrás de esas cosas que realmente no son necesarias para la vida y la práctica de la fe, nos afligimos, nos preocupamos, les prestamos atención exclusiva y nos obsesionamos. Eso nos vuelve ansiosos por el futuro y por la forma en que supliremos lo que creemos que nos falta, cuando en realidad ni siquiera nos falta, pues estamos completos.
No es necesario que estés ansioso por nada.
Por su naturaleza compasiva, Dios tiene cuidado de toda su creación. Es Dios quien alimenta a las aves. De igual manera, también tendrá cuidado de ti, que vales mucho más que un ave. Dios es el mejor proveedor porque es el dueño de todo, y puede hacer lo que quiera en los cielos, en la Tierra y debajo de la Tierra (lee Sal. 135:5, 6). No puedes tener una necesidad que él no tenga recursos para suplir, ni puedes estar en una situación que escape de su control.
Mientras Dios suple tus necesidades, es importante que estés concentrado en lo más importante, que es buscarlo. Hay un orden de importancia en todas las cosas y por eso deben existir prioridades en tu vida. Buscar a Dios es más importante que todo lo demás.
No descuides buscar a Dios por dedicar la mayor parte de tu vida a buscar lo material; esto es lo mismo que perder lo mejor por buscar algo simplemente bueno. Muchas personas malgastan su vida en el afán por lo material, y suponen que Dios será tan bueno que al final les dará la vida eterna, aunque descuidaron buscar lo esencial.
La Biblia nos dice que Dios espera que busquemos el Reino de los cielos primero (lo espiritual), y él ha prometido que suplirá lo de menor importancia (lo material) en función de necesidades reales, no inventadas.
No te aflijas; no te afanes; no te preocupes como los que no tienen fe. El Padre sabe; el Padre responde. Búscalo y vivirás (lee Amós 5:4). ¿No te parece un excelente plan?