Pero muchos que ahora son los primeros, serán los últimos; y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros.
Mateo 19: 30
Seguro que has visto carteles con el abecedario en las aulas de tu escuela. El abecedario puede estar escrito en mayúscula o en letra cursiva. Pero no importa cómo se escriba, las letras permanecen siempre en el mismo orden.
La A va antes de la B, la B antes de la C, y así hasta llegar a la X, la Y y la Z. Una vez que aprendas el alfabeto, te será útil el resto de tu vida. Si abres una guía telefónica, verás que todos los nombres están en orden alfabético. Si tu apellido empieza por A, tu nombre será uno de los primeros de la primera página, pero si empieza por Z, adivina dónde estarás…
En el reino animal, el oso hormiguero suele aparecer en primer lugar en inglés. Y cuando conozcas a esta criatura, verás que no es por su belleza, sino porque en inglés su nombre empieza por A (anteater). El oso hormiguero es estrictamente nocturno (sale de noche), por lo que la mayoría de la gente nunca ve uno.
Tiene el hocico largo y estrecho, con una lengua larga y una saliva muy pegajosa, lo que le facilita atrapar hormigas y termitas, su comida favorita. (Busca una foto de este animal en un libro o en internet para ver cómo son). Los osos hormigueros excavan o echan raíces en la tierra, como hacen los cerdos, por lo que a veces se les llama cerdos de tierra.
Ser el primero puede o no ser bueno. En el texto de hoy, Jesús hablaba a la gente que pensaba que ser los más ricos y los mejores les garantizaba tener un gran lugar en el cielo.
Pero Jesús quiere que entendamos que no es lo que tenemos o dónde estamos en la fila lo que hace la diferencia para él. Su amor es la razón por la que él está preparando un lugar especial para ti y para mí en el reino de los cielos.