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Signos y palabras

Matinal para Menores 2024

Pidan, y Dios les dará; busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá.

Mateo 7: 7

Una visita a un zoo no está completa si no te detienes a ver los monos y los grandes gorilas. Creo que son fascinantes. Es divertido verlos hacer algunas de las cosas que la gente hace todos los días. Es cierto que ningún chimpancé del zoo ha intentado hablarme, pero he aprendido que hay simios que hablan por señas.

A Penny, que buscaba un experimento para sus estudios de posgrado, le presentaron a Koko, una gorila que nació el 4 de julio de 1971 en el zoo de San Francisco. Penny pidió al zoo y a su escuela, la Universidad de Stanford, que le dejaran intentar enseñar a Koko a hablar en lenguaje de signos, y estos aceptaron.

Como los gorilas no tienen cuerdas vocales, el único lenguaje útil sería el de signos y más en concreto el llamado lenguaje de signos americano, que es el que utilizó Penny.

La primera palabra que aprendió Koko fue «beber». Para hacer el signo de «beber», cierra el puño con el pulgar hacia arriba y luego Ilévate el pulgar a la boca. Cuando con ese signo Koko consiguió una botella de leche, aprendió rápidamente más signos como el signo de «comer», con el que Penny le daba de comer. Dos meses después, su vocabulario había aumentado a ocho palabras.

Aunque podía ser muy buena estudiante, Koko también podía ser muy testaruda. Tardó dos meses en aprender la palabra «huevo», porque no le gustaba, y solo un minuto en aprender «baya», porque le encantaban las bayas.

Puede que Koko no siempre consiguiera lo que pedía, pero pronto aprendió a intentarlo. A Jesús le gusta que le pidamos lo que necesitamos, y no tenemos que usar signos para ello. Podemos hablar con él utilizando nuestras propias palabras.

- Vicki Redden se graduó en 1996 de la Universidad Adventista del Sur. Ella y su esposo, Ron, ambos niños en el fondo, tienen 11 sobrinos y sobrinas (¡al último recuento!) y dos perros: Molly y Alix. Ella está atenta a los héroes de Dios desde su hogar en Maryland.

- Dee Litten Reed creció en una granja en Virginia, rodeada de los animales de granja habituales, así como de algunas criaturas salvajes que rescató. Le encanta visitar zoológicos y acuarios con su nieto, Tommy, y observar ballenas navegar por la costa de Ventura, California.

- Joelle Reed Yamada se tomó un año libre de dar clases de religión en la escuela secundaria para viajar sola por el mundo. Ella y su marido, Brent, viven en una granja lechera en Inglaterra, donde ella enseña psicología y está aprendiendo todo sobre cómo ser una granjera inglesa. Se esfuerza mucho por mantener a su perra, Nala, fuera de problemas.