«Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él
«y en sus orlas harás granadas de azul, púrpura y carmesí alrededor, y entre ellas campanillas de oro alrededor» Éxodo
Los discípulos no podían creer que Jesús estaba realmente muerto. Tantas veces él les había adelantado lo que sucedería, pero
«No resistas al que te haga algún mal; al contrario, si alguien te pega en la mejilla derecha, ofrécele también