En las provincias y poblaciones adonde llegaban las órdenes del decreto real tuvieron los judíos alegría y gozo, convites y
Mandé a mi hermano Hanani, y a Hananías, jefe de la fortaleza de Jerusalén (porque este era varón de verdad
Y cuando nuestros enemigos de los alrededores lo supieron, se llenaron de miedo, y humillados reconocieron que en la obra
Porque fue sobornado para hacerme temer así, y que pecase, y les sirviera de mal nombre con que fuera yo
Y dije: No es bueno lo que hacéis. ¿No andaréis en el temor de nuestro Dios, para no ser oprobio
Luego de examinar la situación, me levanté y dije a los nobles y gobernantes, y al resto del pueblo: “¡No