No sucederá que uno construya y otro viva allí, Isaías 65: 22.
Conoces al cangrejo ermitaño, ¿verdad? Es un cangrejito que vive en los caparazones de otras criaturas marinas. Cuando sus ocupantes originales desechan los caparazones, el pequeño ermitaño encuentra uno de su tamaño y ahí se muda. A medida que crece y el caparazón ya no le queda bien, busca uno más grande que pueda ocupar
El cangrejo de los cocoteros recoge cocos caídos para comerlos, en muchas islas tropicales. Algunos dicen que es primo del cangrejo ermitaño, pero no es del todo cierto. Sin embargo, durante las primeras etapas de su vida vive como cangrejo ermitaño. Al dar a luz la madre cangrejo de los cocoteros a sus larvas, parecen plancton. Un mes después, las larvas se establecen en el fondo del océano y se parecen a las larvas de cangrejo ermitaño. Tras un periodo de maduración y crecimiento, buscan pequeños caparazones de cangrejo y los ocupan, como cangrejos ermitaños. Cuando los pequeños cangrejos de los cocoteros alcanzan el tamaño de dos centímetros y medio, abandonan los caparazones para siempre. Ahora son criaturas terrestres con abdomen rudo y resistente. Buscan pequeñas madrigueras para vivir, porque ya no tienen la protección de los caparazones que los cubran del caluroso sol. Al crecer más, los cangrejos de los cocoteros buscan madrigueras más grandes.
El cangrejo de los cocoteros puede defenderse de cualquier depredador. No tiene enemigos conocidos, excepto el hombre. Los cazadores colocan cocos para atraer a los cangrejos; cuando estos salen de noche a comer, los capturan. Aunque estos cangrejos no solamente comen cocos, ¡también a otros cangrejos! Son caníbales.
Al madurar el cangrejo de los cocoteros y abandonar la protección del caparazón, es responsable de su propia defensa. Cuando somos pequeños, nuestros padres nos protegen. Al volvernos mayores y más responsables, necesitamos una relación con Jesús. Pídele que hoy sea tu protector.
Lecturas Devocionales para Menores 2018
Un Planeta Increíble – Charles C. Case