Y ahora, hija mía, no tengas miedo. Haré por ti todo lo que me pidas. Todo mi pueblo sabe que
No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada,
Reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo. Mateo 25:34, DHH. ¿Por qué el
No codicies la casa de tu prójimo: no codicies su mujer, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey,
¡A lo mejor tú has llegado a ser reina precisamente para ayudarnos en esta situación! Ester 4:14 Los horrores de
Hermanos míos, sigan mi ejemplo. Filipenses 3: 17, TLA. Materiales: Papá preparó un juego. Tienes que llegar donde está la