La vida del cristiano esta llena de altos y bajos, momentos de gozo y momentos de paz, luchas constantes ante tentaciones y deseos no beneficiosos. Pero cual es la recompensa de poder seguir ¿una vida aparentemente llena de abstenciones? La Palabra de Dios nos es fiel en hablarnos sobre sus promesas eternas para nuestras vidas.
Promesas de paz, promesas de gozo y promesa de vida eterna, una vida donde habrá paz eterna, donde cada lagrima que hayas derramado en esta tierra será consolada.
En más de alguna ocasión es posible que nos hemos encontrado en momentos donde hemos observado que al impío, al que esta lejos del camino de Dios, posee una vida prospera, una vida donde se ve que todo le va bien. Pero interiormente es posible sea solo una apariencia eventual, una vida falsa llena de vacíos emocionales y falta de amor.
Donde lo que sobra es el dinero y los bienes materiales pero no existe la paz y el amor verdadero. Nuestra vida aunque parezca con muchas limitantes materiales y económicas. Poseemos algo mucho mas valioso que todo el oro de este mundo que es el amor de Dios.
Un Dios lleno de amor que por ti y por mi dio lo mas preciado para él, la vida de su único hijo para el perdón de nuestros pecados y el acceso a su presencia.
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Romanos 5:8
Como hijos de Dios tenemos la seguridad y certeza que ante cualquier situación por muy difícil que sea, el amor de Dios nos nutre diariamente. Aunque la economía sufra recesiones, aunque surjan pestilencias con virus desconocidos. Si tenemos el amor de Dios en nuestra vida. No hay porque tener temor.
El dinero y las posesiones materiales pasaran, pero el amor de Dios permanecerá al lado de sus hijos. Ten presente que el amor de Dios está a tu lado.
¡No desmayes! ¡No renuncies a seguir a Jesús! Sigue adelante y comparte el amor de Dios a aquellos que aun no lo tiene.