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El domo de plata

De nuevo lo tentó el diablo, llevándolo a una montaña muy alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor,

S. Mateo 4: 8, NVI.

Si la montaña a que Satanás llevó a Jesús estaba en Palestina, no era de las más altas del mundo. El diluvio ha dejado muchas cumbres altas y montañas por todo el planeta.

En el país de Tanzania, en el continente africano, se levanta una montaña muy famosa llamada Kilimanjaro. Es la montaña más alta de África. La cumbre más alta de la montaña se llama Kibo, a 5149 kilómetros sobre el nivel del mar. La zona que rodea esta cumbre es glaciar. Debido a las constantes nevadas y el hielo, los antiguos africanos llamaban a esa cumbre el Domo de Plata. Cuando el brillante sol de África alumbraba los picos de hielo y se reflejaban hasta donde vivía la gente, sin duda se veía de color plata.

Kilimanjaro significa «montaña de grandeza» o «montaña de las caravanas», según el dialecto que se use. Kilimanjaro contiene tres volcanes, pero solamente uno, el Kibo, es reciente. En un día claro, el Kilimanjaro puede ser visto a 161 kilómetros de distancia. Se levanta a casi 6.5 kilómetros al aire y está ubicado a unos 190 kilómetros de la costa oriental africana.

Aunque el Kilimanjaro es tan fácil de notar, los primeros exploradores parecieron ignorarlo. Fue hasta mayo de 1848 que dos misioneros alemanes, llamados Johannes Rebmann y Ludwig Krapf, lo descubrieron. Hoy gente de todo el mundo va a escalar el Kilimanjaro. Aunque es relativamente difícil de escalar y el aire en la cima es muy delgado, hay recompensas para quienes la conquistan. Se puede ver un asombroso y amplio panorama.

Satanás llevó a Jesús a una montaña alta y desde ahí le mostró los brillantes reinos del mundo. El diablo dijo al Salvador que todo eso sería suyo si lo adoraba. Da gracias porque Jesús no cayó en la trampa del diablo y es tu amante salvador y señor hoy. Agradece su amor su decisión de rechazar la invitación del diablo.

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