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Oración de esperanza

Lecturas devocionales para Adultos 2019

Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.

2 Samuel 12:13. 

¿Crees que cometiste un pecado imperdonable? ¿No puedes levantar tu vista por la vergüenza?

La primera lección que extraemos de este texto es que el perdón divino se recibe inmediatamente. Tú puedes tener esta experiencia ahora mismo. Para recibir el perdón inmediatamente, solo necesitas la confesión.

Solo una palabra sincera, o un pensamiento que se eleva de una conciencia que desea escapar de las garras del mal, trae rápidamente a tu corazón la plenitud del amor perdonador de Jesús. Y esa confesión es el punto de inflexión de tu vida. Borra todo tu pasado pecaminoso, y abre una nueva página del libro de tu vida. Así como la Cruz divide la historia en un antes y un después de Cristo, también redime todos tus pecados pasados y futuros, siempre que medie la confesión. Si en algún momento le preguntas a Jesús si recuerda tus pecados confesados, él te dirá: «No los recuerdo».

Con el simple toque divino, cualquier obstáculo entre Dios y el hombre desaparece como si fuera vapor. Y así, el ciclo queda claro y soleado para que la luz y el calor divinos se derramen sobre tu corazón.

Hay quienes piensan que el perdón es una «misión imposible», porque «todo lo que el hombre sembrare eso también segará». Pero esta es una ley que se aplica a las consecuencias del pecado, no al pecado. Las consecuencias de nuestros errores pueden permanecer, ¡pero el perdón será inmediato y total!

El perdón era algo difícil de comprender para los judíos. No comprendían la armonía entre el perdón y la justicia retributiva, sobre la que descansaba todo su sistema religioso. A nosotros también nos resulta difícil entender el perdón de Dios en nuestros corazones. Pensamos que algo tenemos que hacer para recibirlo. Pero tú y yo, que hemos alcanzado el fin de los siglos, tenemos más luz que Natán y David. Mientras que ellos sacrificaban animales con la vista puesta en el Cordero que vendría a redimirlos, nosotros mirarnos un hecho consumado. Un Cordero que ya derramó su sangre y obtuvo la victoria. Ellos y nosotros somos redimidos porque Cristo venció en la cruz del Calvario.

¡Gracias, Señor, porque tu sangre me limpia de todo pecado!

Oración: Gracias Jesús, por tus llagas «hemos sido curados».

Lecturas Devocionales Para Adultos 2019
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