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Lecturas devocionales para Jóvenes 2019

Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación.

Isaías 52:7. 

Sucedió en Tabasco, México. Junto con otro estudiante de la Universidad deMontemorelos andábamos yo colportando en los campos petroleros de la región, y nos estaba yendo bien. En nuestro recorrido llegamos a una casa que tenía un anexo donde vendían productos para el hogar, comestibles y bebidas. Una señorita lo atendía.

Estábamos preguntando por el dueño de la casa cuando salió un joven con un enorme machete en la mano y se interpuso entre la joven y nosotros. Muy airado, nos preguntó qué queríamos. Yo di un paso atrás, pero mi compañero permaneció firme, ahí donde estaba, y sonrió. Le dijo a qué nos dedicábamos, y el otro replicó que no tenían el menor interés en nuestros libros. Nos fuimos mirando de reojo por si éramos atacados. ¡Esos son los riesgos de esparcir las publicaciones!

El ministerio de las publicaciones es uno de los mejores medios para alcanzar a la gente. Mientras colportaba, pude conocer a los gobernantes de las ciudades y pueblos que visité. En Ciudad Pemex, una ciudad exclusivamente petrolera, pedí audiencia con el jefe del departamento de exploración. Me presenté ante la secretaria como estudiante universitario y le mostré mi credencial. Ella le dijo al jefe de la oficina que lo buscaba un estudiante de Geología, y me dejó entrar. En realidad, la credencial decía Teología. Vendí muchos libros entre los petroleros.

En Tijuana, con mi compañero Abel Navarro, vendimos muchos libros a los soldados destacados en lo alto de un cerro. Andábamos a pie, y subimos hasta allá con mucha dificultad… La entrega fue más difícil, pues si hay algo pesado, son los libros.

En Ensenada, Baja California, acompañado de Heriberto Alva, un estudiante peruano, fui a colportar en el muelle, entre los pescadores. Vimos dos barcos peruanos que pescaban anchoveta. El “Supe” y el “Chimbote”. Esos marineros nos invitaron a comer en el barco, y se ofrecieron a llevar a Heriberto hasta Perú.

Bendito colportaje. Por ese medio pagué mi colegiatura durante siete años, y esparcí muchas semillas de vida.

¿Temes que en tu trabajo no te den el sábado libre? Ponte a colportar. ¿Quieres ganar dinero mientras predicas el evangelio? Ponte a colportar. ¿Quieres aprender psicología práctica? Ponte a colportar.

365 Lecturas Devocionales Para Jóvenes 2019
Volando Alto – Alfredo Campechano