Categories

Archivos

Caridad

Lecturas devocionales para Jóvenes 2019

Tuve hambre, y me disteis de comer.

Mateo 25:35.

Un pordiosero se arrastraba por las calles de una ciudad. Un hombre se acercó y le ofreció un poco de pan, debido a las palabras de Dios. Otro se acercó y le ofreció un poco de pan, porque vio que estaba hambriento. El caso de los regalos al pordiosero suscitó una disputa por saber quién era el hombre más piadoso de los dos que le dieron pan, y nadie pudo resolverla. Tampoco Stephen Crane, el autor de esta historia, ofrece una respuesta.

Y tú, ¿quién piensas que fue más piadoso?

Yo no tengo una respuesta. En ambos casos, los hombres actuaron bien. Uno porque obedeció a Dios, el otro porque hizo suya la necesidad ajena. Demos pan al hambriento porque Dios lo ha ordenado así, y porque sentimos la necesidad del hermano. Eso es lo importante.

Cristo dijo que una de las manifestaciones del amor es alimentar al hambriento. Su Palabra lo ordena: “De gracia recibisteis, dad de gracia” (Mat. 10:8). Él dijo que nos va a juzgar de acuerdo a nuestras reacciones y acciones ante la necesidad del prójimo. La verdadera religión es vertical y horizontal. La dimensión vertical apunta a Dios, la horizontal apunta al prójimo.

Vivamos de acuerdo a la Palabra de Dios y respondamos a las necesidades ajenas como si fueran nuestras. Jamás demos de lo que nos sobra, pues los necesitados ya saben dónde están los vertederos de basura. Demos con amor, para que ese acto tenga valor moral. Demos con sacrificio, para que nuestro egoísmo y avaricia sean reprendidos. Demos en secreto, para abatir la vanagloria.

Demos al prójimo como si le diéramos a Jesús, pues él dijo: “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer… Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento… Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mat. 25:34-40).

Reflexiones Cristianas que fortalecerán diariamente tu vida espiritual. Escritas y editadas en un lenguaje sencillo y práctico para que el lector puede obtener fácil discernimiento del mensaje que Dios quiere dar a su vida.