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Solidaridad

Lecturas devocionales para Jóvenes 2019

Desde el seno de la aurora tienes tú el rocío de tu juventud.

Salmo 110:3.

Hemos llegado juntos al fin de este año gracias al Joven que cambió la historia. Si, porque Jesús rondaba los treinta años cuando comenzó a predicar.

Vino del cielo y le gustó ser Hombre. Lo será para siempre, pues conservó su naturaleza humana. “Cristo, la luz del mundo, veló el deslumbrante resplandor de su divinidad y vino a vivir como hombre entre los hombres para que ellos pudieran, sin ser consumidos, conocer a su Creador. Desde que el pecado separó al hombre de su Hacedor, nadie vio jamás a Dios, sino manifestado en Cristo” –MC 326.

Jesús vino a hablar de las maravillas del reino de su Padre, y lo que habló tuvo resonancias eternas. Su más cercano seguidor testifica: “Hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir” (Juan 21:25).

Jesús realizó acciones sobrenaturales. Caminó sobre el agua, reprendió a las tormentas, devolvió el vigor a los moribundos, resucitó a tres muertos, y los hombres callaron de asombro. Desafió a los demonios, los exhibió y los humilló. En el desierto de Judea enfrentó al mismo Satanás y lo venció con la Palabra inspirada. En las afueras de Gadara expulsó a más de cinco mil ángeles caídos del cuerpo de dos hombres. En el Calvario derrotó al imperio del mal, muriendo sin pecar.

Jesús fue un espíritu sin mancha, un corazón sin malicia. Amigo de todos y Juez de nadie, a su paso dejaba una estela de bien. Sin embargo, no tuvo posesiones materiales. Nació en un establo prestado. Lo arrullaron en el pesebre de las bestias. Las casas en que vivió fueron ajenas. La cruz en que murió no fue suya. El sepulcro en que lo sepultaron tampoco. Solo una cosa le perteneció, la hicimos para él: su corona de espinas.

Que el Creador y Propietario del universo, el Ser ante quien se postran todas las criaturas celestes, haya dejado todo para venir por ti es un misterio que nunca entenderás y una demostración de amor que no debes menospreciar.

Síguelo hoy y asciende con él a las alturas de la santidad. Mañana haz lo mismo. ¡Sigue volando alto!

Reflexiones Cristianas que fortalecerán diariamente tu vida espiritual. Escritas y editadas en un lenguaje sencillo y práctico para que el lector puede obtener fácil discernimiento del mensaje que Dios quiere dar a su vida.