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La bendición de Dios nos cambia

Matutinas para Menores 2020

«El hombre contestó: “¿Para qué me preguntas mi nombre?». Luego el hombre lo bendijo allí mismo».

Génesis 32:29

—Continuaremos hoy con el relato que comenzamos ayer —comentó el padre— y que nos imaginamos que nos cuenta Jacob con sus palabras.

Los años de trabajo pasaron muy rápido y había llegado la hora de casarme con Raquel. Cuando se lo recordé a mi tío, él estuvo de acuerdo y se hizo una gran fiesta. Pero me engañó y, en vez de darme a Raquel por esposa, me dio a su hermana Lea. Supe entonces lo que se sentía al ser engañado. Así que tuve que trabajar otros siete años por Raquel y al fin pude casarme con ella. Ahora tenía dos esposas y mis hijos empezaron a nacer. En total tuve doce hijos y una hija. Después de veinte años de mi partida, decidí regresar a la casa de mis padres, pues el trato que recibía de mi tío no era el mismo que al principio.

Emprendimos el regreso, pero yo tenía mucho temor a mi hermano Esaú. Recordaba que había dicho que me iba a matar. Al llegar al arroyo de Jaboc, dejé que todos pasaran y me quedé solo para orar. De repente alguien me tocó y pensando que era un enemigo, empecé a luchar y a orar. Al amanecer, me di cuenta de que no había estado luchando con una persona común, sino con un ser celestial. Entonces le dije que no lo iba a dejar hasta que me bendijera. Él me bendijo y cambió mi nombre por «Israel»; yo ya no era un «suplantador».

Avisé a mi hermano que iba de regreso y él vino a recibirme con cuatrocientos hombres armados, pero no me hizo daño. Cuando nos vimos nos abrazamos, lloramos y él me perdonó. No pude irme con él como quería porque yo debía ir al paso de los niños y del rebaño. Después de un tiempo llegué y saludé a mi padre.

Mi engaño me costó el destierro y el remordimiento por veinte años, además de no volver a ver a mi madre. Pero me sentía feliz porque Dios me había perdonado. Por eso, te digo hoy: nunca engañes a nadie; no merece la pena y el precio que se paga es demasiado alto.

Tu oración: ____________________________________________________

¿Sabías qué? «Israel» significa «el que lucha con Dios».