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De la pasión a la tragedia

Matutinas para Jóvenes 2020

“Los celos despiertan la ira del hombre, y en el día de la venganza este no perdona; no perdona ni se da por satisfecho, aunque se le ofrezcan muchos obsequios”

Proverbios 6:34, 35

La Ilíada cuenta la historia de la guerra de Troya. De acuerdo con el relato, todo se debió al rapto de Helena de Esparta, quien era la esposa del rey Menelao, por parte del príncipe Paris de Troya. Durante un viaje diplomático a Esparta, Paris se enamoró de Helena, una de las mujeres más bellas del mundo. Después de seducirla, se la llevó a escondidas a Troya, donde la presentó como su esposa. Al ver lo que había hecho el príncipe, la corte troyana se dio cuenta de que la guerra era inminente.

Menelao había sido ofendido en lo más íntimo. Así que todos los príncipes y reyes de Grecia fueron llamados para ir a recuperar a la reina. Debido a diversas circunstancias, el viaje de los contingentes griegos a Troya duró diez años, además de los otros diez que demoró el cerco que se impuso en la ciudad, la cual resistió los embates aqueos con gran ímpetu.

Pero un ingenioso engaño, un enorme caballo que ocultaba soldados enemigos, señaló el final de la sangrienta lucha. Troya fue destruida y quemada. Aquella guerra dejó una profunda huella en toda la región y fue narrada en un ciclo de poemas épicos, de los cuales solo dos han sobrevivido intactos hasta nuestros días: La Ilíada y la Odisea, que se atribuyen a Homero (c. siglo VIII a.C.). Otras partes de la historia han sido narradas por poetas griegos y romanos posteriores.

¿Has escuchado alguna vez que “no se pueden controlar los sentimientos”, que “en el corazón no se manda” o que “hay que seguir los dictados del corazón”? Pues el ardiente romance de Paris y Helena costó la vida de miles de personas, acabó con cientos de familias, destruyó un reino y marcó drásticamente el devenir de aquella región del mundo. No, enamorarse no es ningún juego.

El amor exige responsabilidad, respeto y compromiso. Los sentimientos no se pueden dejar al azar ni vale dar rienda suelta a las pasiones. Una relación sentimental con una persona casada o comprometida (que ya tiene novio/a) te acarreará graves problemas, que incluso afectarán a tu familia. Nunca consientas el coqueteo o insinuaciones de este tipo de personas.

Hoy ruega al Señor que te ayude a organizar de manera responsable tu vida sentimental y te enseñe a ser fiel a él en todo momento.