«Pero un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, al verlo, sintió compasión»
Lucas 10:33
Un hombre viajaba de Jerusalén hacia Jericó cuando unos ladrones lo golpearon y le robaron su dinero. Al poco rato, pasaron por allí un sacerdote y un levita, pero no ayudaron al herido. Pero un samaritano, a quien todos consideraban un enemigo, se detuvo ante aquel hombre, curó sus heridas y lo llevó a una posada, donde dejó dinero para que lo siguieran cuidando.
¿Y yo?
¿Te preocupas por los que sufren? ¿Te gusta ayudar a las personas aun cuando no sean tus amigas?
Mi oración para hoy
Querido Dios, ayúdame a ser bueno con los demás.