«Espera un poco, Job, y escucha; ponte a pensar en las maravillas de Dios»
Job 37:14
¿Dónde prefieres jugar: adentro o afuera? Si te gusta estar afuera, te divertirías mucho con John Muir.
Para John, la naturaleza era tan emocionante como un buen libro. Lo asombraban las flores y lo impresionaban los árboles. De joven, quería ver tanto de la naturaleza como pudiera, así que comenzó a caminar por el país, desde Kentucky hasta Florida.
Sus viajes lo llevaron a California, donde fue a ver el Valle de Yosemite. John recuerda que se sintió «sobrecogido por el paisaje, escalando riscos para ver de cerca las cascadas, gritando de alegría ante las vistas y saltando incansablemente de flor en flor».
A veces, tenía que estar bajo techo para protegerse de la lluvia; pero aún así quería sentir que estaba al aire libre. Así que se construyó una cabaña, y dejó que crecieran helechos entre las tablas de madera del piso. Hizo correr un pequeño arroyito por la cabaña para escuchar el sonido, como una música, mientras estaba en la cama.
Un amanecer lo deleitaba tanto como la música deleitaría a otra persona. «¡Cuán glorioso es el saludo que da el Sol a las montañas!», escribió. Todo era parte de lo que él llamaba «el gran espectáculo de Dios».
John comenzó a escribir libros y artículos para revistas, en los que compartía su amor por la naturaleza. Ayudó a establecer parques nacionales que quizá forman parte de tus planes para las vacaciones de verano o de invierno.
Hoy, sigue dedicando tiempo a disfrutar del aire libre. Explora lagos y bosques. La naturaleza, ¿te resultará tan emocionante como a John Muir? No lo sé, pero tal vez descubras que Dios sabe presentar un espectáculo muy bueno.