«Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo”
Romanos. 10:17
¿Alguna vez estabas escuchando a un amigo, asintiendo con la cabeza con interés y manteniendo contacto visual, y te diste cuenta de que, en realidad, no estabas escuchando? Es como si tu cerebro se hubiese tomado unas vacaciones de veinte segundos a Florida y volvió justo a tiempo para escuchar a la persona decir: «Así que no comas ninguno de esos hasta que localicen la bacteria letal».
Esto a mí me sucede bastante a menudo. Quizá sea parte de hacerse mayor, como la artritis y un afecto especial por restaurantes pasados de moda. O quizás sea porque en el mundo se habla mucho y es difícil asimilarlo todo.
Todos nos abrumamos con las palabras. ¿Viste esas instrucciones de seguridad que te dan en los aviones? Si puedes prestar atención a todo ese discurso, tu dosis de Ritalina es muy elevada. Yo todavía no sé cuál de los extremos de la hebilla de metal debería sujetar firmemente.
Los sermones también prueban tu habilidad de prestar atención. Me da mucho placer recordarle a mi amigo Larry la vez que lo vi cabecear durante un sermón que trataba sobre los males de la pereza.
Si me permiten decirlo, el problema con la predicación es que es muy unilateral. No nos da la oportunidad de aportar nada. Si hay una conversación, nos gusta turnarnos.
Niño 1: «Tengo una patineta nueva».
Niño 2: «Sí, bueno, yo tengo este lunar que parece tener la forma de Texas».
Niño 1: «¿En serio? El verano pasado, fui a natación».
Niño 2: «Eso me hace acordar… ¡Puedo tocar el ‘Feliz cumpleaños’ en el piano!»
Aparentemente, aún si nos turnamos en una conversación, eso no quiere decir que todos se estén escuchando. Y escuchar es algo bueno. Esperamos que Dios oiga nuestras oraciones todo el tiempo.
Sin embargo, tendremos una relación más rica con él si agregamos el estudio de la Biblia a nuestra vida de oración. De esa manera, estaremos escuchando lo que él tiene para decirnos. Después de todo, a nadie le gusta una conversación unilateral.