«No depende del ejército, ni de la fuerza, sino de mi Espíritu, dice el Señor todopoderoso».
Zacarías 4:6
-Hemos avanzado mucho al ir estudiando, aunque de forma rápida, cada libro de la Biblia -dijo el papá-. Hoy hablaremos del penúltimo libro del Antiguo Testamento: Zacarías. Lleva por título el nombre del autor. Él fue un sacerdote llamado por Dios en un momento importante para que el pueblo continuara con la reconstrucción que se había detenido a causa del desánimo.
—¡Ya casi terminamos el Antiguo Testamento! -exclamó emocionado Mateo.
-Así es -continuó el papá—. Zacarías fue contemporáneo del profeta Hageo y ambos dirigieron su mensaje de ánimo y esperanza al pueblo. En el libro de Esdras, capítulo 5, se mencionan a estos dos profetas y también se habla en ese libro acerca de cuándo se finalizaría la obra de la reconstrucción, así como lo dijeron ambos profetas.
Los mensajes de Zacarías que Dios le dio mediante varias visiones son mensajes de esperanza para el pueblo, pero como todas las promesas de Dios, eran condicionales. En este libro hay muchas profecías sobre Jesús, las promesas de que él vendría. Habla del Renuevo de la familia de David, de cómo vendría Jesús montado en un asno, y cómo mirarían al que traspasaron; por mencionar algunos textos que son citados en los Evangelios.
En el capítulo 14 se menciona la victoria final de Jerusalén. Es decir, el tema principal del libro es Cristo como Mesías y Salvador. Dios amaba tanto al pueblo que una y otra vez enviaba a sus mensajeros para animarlos a que lo obedecieran. Sus mensajes de amor les anunciaba un futuro mejor si obedecían. Las profecías de Jesús como Mesías se cumplieron, como veremos más adelante en los Evangelios. Dios cumple su palabra, por eso debemos estar seguros de que cumplirá la promesa de la segunda venida de Jesús.
Tu oración: Querido Dios, ayúdame a seguir confiando en tus promesas.
¿Sabías qué?
«Zacarías» significa «Jehová recuerda».