«Porque la guerra se hace con buenos planes, y la victoria se obtiene con muchos consejos»
Proverbios 24:6
Hammurabi fue el sexto rey de Imperio babilónico del 1792 al 1750 a.C. Al momento de ascender al trono, el nuevo monarca heredó un reino pequeño rodeado por soberanos muchos más importantes: Shamshi-Adad de Asiria (sin duda, el más poderoso) gobernaba en Shubat-Enlil, la capital, y sus hijos en los tronos de Ekallatum y Mari. Los tres controlaban la Alta Mesopotamia.
Por si fuera poco, la Baja Mesopotamia era controlada por Rim-Sim, rey de Larsa. Todos defendían su territorio y rutas comerciales. ¿Qué podía hacer Hammurabi ante semejante poder de sus rivales? Lo cierto es que no se dejó amedrentar estrategia: hacer alianzas con otros reinos y aprovechar de la mejor manera los recursos con los que contaba. Con el tiempo, Babilonia llegó a ser la máxima potencia mundial de su época.
En uno de sus registros antiguos, Hammurabi declara: «Con el arma poderosa que me ha prestado el divino Zababa y la divina Ishtar, con la agudeza que me dio el divino Ea, con la fuerza que me donó el divino Marduk, aniquilé a los enemigos de arriba y abajo, extinguí la resistencia y volví placentera la vida del país».
El rey de Babilonia atribuyó a la ayuda de los dioses los tres grandes dones que le permitieron conquistar a sus enemigos: las armas poderosas, la inteligencia y la fuerza. Por supuesto, fue muy importante saberlas utilizar en el momento preciso. Por supuesto, fue muy importante saberlas utilizar en el momento preciso y combinarlas de la mejor manera, así como utilizar la paciencia y la diplomacia, lo que a Hammurabi se le daba bastante bien.
A lo largo de tu existencia enfrentarás duras luchas en los diferentes ámbitos de la vida. ¿Estás preparado para las diversas batallas que te esperan? ¿Estás decidido a salir adelante a pesar de estar rodeado de situaciones desventajosas? Es muy probable que más de una vez salgas derrotado y pienses en abandonar tus sueños.
La Biblia dice que hay que aprender a planear las batallas de la vida y rodearse de personas que te ayuden a encontrar las mejores estrategias. Eso es algo fundamental. De hecho, contar con personas que te den un buen consejo, una oportuna asesoría o que te ayuden a establecer las mejores directrices, es una de las grandes necesidades de toda persona que pretende alcanzar sus metas.
Hoy pide al Señor que te permita rodearte de personas que edifiquen tu vida y te ayuden a tomar las mejores decisiones.