«Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse».
Mateo 5:14
-Niños, esta mañana hablaremos del Sermón del Monte, imaginando que nos lo cuenta Mateo, un discípulo de Jesús que estaba presente cuando Jesús lo predicó -comenzó el papá.
«Hola, soy Mateo. Quiero hablarte del sermón más hermoso que dio Jesús cuando estuvo en este mundo. Después que eligió a sus discípulos, nos llevó una mañana a orillas del mar. A veces deseaba hablar a solas con nosotros, pero no en esa ocasión, porque empezaron a llegar personas de todas direcciones; tantas, que el lugar fue insuficiente para poder escucharlo y verlo. Jesús se dirigió a una montaña que estaba cerca, encontró un espacio despejado y se sentó. Los discípulos nos sentamos junto a él y los demás fueron tomando lugar.
»Se sentía un ambiente de expectación, todos esperábamos que por fin iba a proclamar su reino. Los pescadores y los pobres deseaban ser ricos; los sacerdotes y fariseos deseaban ser librados de los romanos; nosotros, sus discípulos, tendríamos en el reino un lugar privilegiado… Queríamos escucharle decir que Israel sería un reino poderoso como ningún otro. Todos estábamos ansiosos esperando que Jesús empezara a hablar, y cuando lo hizo, sentimos que era el Hijo de Dios quien nos hablaba. Las enseñanzas sabias que dio nos ayudarían a ser sus verdaderos seguidores.
»Lo primero que nos dijo fueron las bienaventuranzas, por cierto, ¿te las sabes de memoria? Te recomiendo que te las aprendas y entiendas cada una de ellas. Todos nos asombramos de la forma en que nos estaba hablando, muy diferente a lo que los maestros nos habían enseñado. Tomó los ejemplos más sencillos para que pudiéramos entender, ¿te imaginas compararnos con la luz o con la sal? Nos dijo que, como la sal, debemos dar sabor al mundo, porque somos sus seguidores.
Por eso te invito a ser como la sal: da sabor al mundo».
Tu oración:
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¿Sabías qué?
Escucharon el Sermón del Monte personas de Galilea, Judea, Jerusalén, Perea, Decápolis, Idumea, Tito y Sidón, entre otras.