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Pablo y Silas

Matutinas para Menores 2020

«Ellos contestaron: «Cree en el Señor Jesús, y obtendrás la salvación tú y tu familia»».

Hechos 16:31

-Pablo encontró en Silas un buen compañero para continuar sus viajes misioneros -inició hablando la mamá-. Iban a lugares donde solamente el Espíritu Santo los guiaba; algunas veces les impidió ir donde ellos deseaban.

-No entiendo por qué el Espíritu Santo les impidió predicar en ciertos lugares -comentó Susana.

-Debemos confiar en que Dios tiene su tiempo para que se hagan las cosas -dijo la mamá-. Pablo tuvo un sueño que le indicaba que debía ir a Macedonia. Obedeciendo ese llamado, se dirigieron hacia allá. La primera ciudad que visitaron fue Filipos. El día sábado fueron a la orilla del río para predicar, porque era el lugar donde se reunían para la oración. Allí había un grupo de mujeres a quienes les hablaron de Jesús; entre ellas estaba Lidia, una mujer comerciante de púrpura.

Ella creyó el mensaje que predicaban de Jesús y fue bautizada; entonces les suplicó a los apóstoles que se hospedaran en su casa, a lo que ellos accedieron. Estuvieron en ese lugar varios días, pero una muchacha con un espíritu malo, que sus dueños aprovechaban para que adivinara y así ganar dinero, les gritaba que ellos eran «siervos del Dios Altísimo».

Pablo se molestó un día y le dijo al espíritu malo que saliera de ella.

-¿También Pablo sacaba espíritus malignos? -preguntó Susana.

-El Espíritu Santo lo dirigía y actuaba con su pode r-afirmó la mamá-. La muchacha fue sanada, pero a sus dueños no les gustó porque ya no iban a obtener ganancias con ella. Fue así que los tomaron, los acusaron de que andaban alborotando la ciudad, fueron azotados y tomados presos.

-¡Pobres apóstoles! Ellos estaban predicando para salvación y. los castigaron de esa manera -comentó Susana.

-El enemigo no estaba contento porque predicaban a Jesús, pero cuando Jesús dirige, no hay que tener temor -concluyó la mamá.

Tu oración: Querido Dios, ayúdame a obedecerte, aunque a veces no entienda el porqué de las cosas.

¿Sabías qué?

Pablo después aceptó a Marcos como colaborador.