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“Quedé impresionado con la urgencia de hacer. El saber no es suficiente; debemos aplicar. Estar dispuesto no es suficiente; debemos hacer”. – Leonardo Da Vinci

Matutina de Adolescentes

«Sin embargo, el que oye mi enseñanza y no la obedece es un necio, como la persona que construye su casa sobre la arena»

Mateo 7:26, NTV

Cuando Matthew llegó de visita, dejó el lugar hecho un desastre. Matthew era un huracán que comenzó cerca de África; luego cruzó el Atlántico, dejó una estela de destrucción en Haití, en Cuba y en las Bahamas. Entonces, pasó por la Costa Este de Norteamérica.

Mientras caminaba por Vilano Beach en el norte de Florida, vi donde el huracán había empujado olas de treinta metros hasta la playa. El agua arrastro con furia toneladas de arena hacia el mar, lo cual no sería tan terrible a no ser por las casas millonarias que había construidas sobre esa arena.

Al mirar una casa, noté que las olas se habían llevado toda la arena que había debajo de la casa y la calzada, al punto que se podía ver la luz del sol por debajo. Todo el piso de la casa se había derrumbado; y los muebles, los libros y la ropa habían caído al nuevo «sótano» que había creado Matthew. Se podía caminar por debajo de la casa y mirar hacia arriba, a la sala de estar.

Justo al lado de esta casa azotada, había una más pequeña de dos pisos. No tenía daños visibles. Los dueños habían rodeado la casa con concreto y un cimiento de acero que soportó lo peor que el huracán envió en su dirección.

Me recordó la parábola que Jesús contó sobre el constructor sabio y el necio. El necio construyó sobre la arena y tuvo problemas. Jesús dijo que este constructor era como una persona que oye las instrucciones que Jesús da para vivir una vida buena, pero nunca las pone en práctica.

De alguna forma, saber lo que es correcto, e incluso hablar en la Escuela Sabática sobre lo que es correcto, no es tan útil como hacer lo correcto. Cuando actuamos basándonos en las enseñanzas de Jesús, somos fortalecidos para las tormentas de la vida. Tendremos un cimiento que no será arrastrado de debajo de nosotros.