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Poco a poco

«Recuerden esto, queridos hermanos: todos ustedes deben estar listos para escuchar, en cambio deben ser lentos para hablar y para enojarse».

Santiago 1:19

Existen varios animales que son muy lentos para caminar. ¿Recuerdas algunos de ellos? Así es, la tortuga y el perezoso. La palabra lento quiere decir que hace las cosas muy despacio. También hay animales lentos para aprender algo nuevo. Hace unos días hablamos del semillero bicolor y decíamos que aprende más lento que su gemelo porque suele sentir temor hacia todo lo que ve.

Cuando el semillero bicolor ve alimentos que están en un lugar que él no conoce, tarda varios días para entender que puede comerlos. Si le pones comida en una taza de un color y luego le pones otra taza de otro color, pero que la comida esté pegada a la taza y que no pueda quitarse, el semillero bicolor tarda mucho tiempo en aprender que debe cambiar de taza. Pero al final lo hace, y mucho mejor que otras aves. ¿Sabes por qué? Porque ser lento le permite entender mejor algunas cosas.

¿Eres lento para aprender? Si es así, no te preocupes, quizás necesitas más tiempo que los demás para hacer tus deberes, pero al final lo harás mucho mejor. La Biblia dice que debes ser lento en algunas ocasiones, por ejemplo, para enojarte y para hablar cuando estás en una conversación.

Oración: Querido Dios, ayúdame a hacer las cosas bien, aunque lo haga lentamente.

Palabra que aprendimos hoy: Lento.

¿Cómo estás? Yo soy Kathy, y escribí este libro para ti, que tienes entre 0 y 5 años. Lo hice para que disfrutes cada día con papá y mamá leyendo cosas maravillosas con las cuales aprenderás muchísimo. Y por supuesto, para que crezcas jugando, que sé que es lo que más te gusta. Cuando no estoy escribiendo libros para niños, yo me dedico a diseñar libros que hablan de Jesús.