«Porque no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve, ya que las cosas que se ven son pasajeras, pero las que no se ven son eternas».
2 Corintios 4:18
¿Sabes de qué color son tus ojos? Vamos a verlos en un espejo. ¡Qué lindos son! Gracias a ellos puedes ver todo lo que te rodea. Ahora quiero que digas el nombre de algún objeto que estás viendo. ¡Muy bien! ¿Puedes decirme la forma o el color que tiene? ¡Correcto! Tienes una buena visión, es decir, que puedes ver muy bien las cosas.
Hay un pez que al igual que tú tiene una muy buena visión. A este pez le llaman cuatro ojos, pero en realidad no tiene cuatro ojos, lo que sucede es que cada ojo se divide en dos partes para poder ver mejor. Por eso puede ver al mismo tiempo por encima del agua y por debajo de ella cuando nada. ¡Qué interesante!
Dios nos dio la habilidad de ver para poder disfrutar de toda su creación. Por eso debemos cuidar de nuestros ojos. ¿Cómo podemos cuidarlos? Comiendo alimentos que nos ayudan a ver mejor, como, por ejemplo, la zanahoria. También tenemos que tener cuidado con las cosas que vemos, porque todo lo que ves se queda en tu mente. Si ves películas que dan miedo, en la noche no podrás dormir. Es mejor mirar las cosas que a Dios le agradan y así dormirás feliz.
Oración: Padre bueno, ayúdame a cuidar mis ojos y a usarlos para ver cosas buenas.
Palabra que aprendimos hoy: Ver.