«Algunos confían en sus carros de guerra, otros confían en sus caballos, pero nosotros solo confiamos en nuestro Dios».
Salmos 20:7, TLA
Los caballos son animales muy grandes, fuertes y hermosos. Las personas los usan como medio de transporte, como animales de granja, para llevar cargas y para muchas cosas más. En los tiempos bíblicos, estos animales se usaban como medio de transporte y para empujar carros o carruajes.
¿Recuerdas que te hablé de que el faraón de Egipto no quería dejar ir al pueblo de Dios, a la tierra que él le había preparado? Un día por fin el faraón dijo ¡sí! Y Moisés guio al pueblo de Dios fuera de Egipto. Moisés confiaba plenamente en Dios, es decir, Moisés creía que Dios cuidaría de él y de su pueblo. Por eso Dios los cuidaba de día y de noche.
Un día, el faraón cambio de parecer y ordenó a su ejército que persiguieran a Moisés y al pueblo de Dios con caballos y carros. Cuando llegaron frente al mar, Dios hizo un gran milagro y abrió el mar para que su pueblo pasara. El faraón confió en que con sus fuertes caballos y carros también lograría pasar, pero cuando Moisés y su pueblo ya habían llegado al otro lado del mar, las aguas se unieron de nuevo, y el faraón y sus caballos se hundieron.
Faraón quiso hacerle daño al pueblo de Dios, pero ellos confiaban en el Señor y él los salvó. Mientras que faraón confió en sus caballos y perdió. Si quieres ser un ganador siempre debes confiar en Dios, él te mantendrá a salvo con su maravilloso poder.
Oración: Jesús, ayúdame a confiar siempre en ti.
Palabra que aprendimos hoy: Confiar.