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La Bomba Nuclear Lanzada Accidentalmente

Devocional adventista para adoslescentes 2022

No temerás al terror nocturno […] ni a mortandad que en medio del día destruya.

Salmos 97: 5, 6, RV95

¿Cómo te sentirías si un día estuvieras sentado en el patio de tu casa y, de repente, una bomba cayera del cielo y detonara en tu pequeña ciudad?

¿Cómo te sentirías si de repente te dieras cuenta de que es una bomba nuclear? La historia que voy a contar parece similar a historias de zonas de guerra como la Europa de la Segunda Guerra Mundial, pero sucedió en los Estados Unidos.

El 11 de marzo de 1953, un avión B-47 estadounidense lanzó accidentalmente una bomba nuclear sobre Carolina del Sur. Afortunadamente, la bomba no estalló, debido a seis cierres de seguridad que no se liberaron. Debió de ser muy vergonzoso para el gobierno y para las personas responsables, por no decir que fue simplemente aterrador. Dejar caer accidentalmente una bomba nuclear en tu propio país no parece estar muy alto en la lista de cosas inteligentes que se pueden hacer, pero los seres humanos somos conocidos por hacer a veces cosas tontas.

Las bombas nucleares son únicas en el sentido de que no se detonan dejándolas caer. Hay que hacerlas estallar. Antiguamente, la mayoría de las bombas se fabricaban así, pero ya no. Ahora, las bombas se fabrican con cuentas regresivas, temporizadores digitales y detonadores por control remoto que incluso pueden activarse haciendo una llamada telefónica con un código numérico secreto.

Probablemente, accidentes como el ocurrido en Carolina del Sur ocurren más a menudo de lo que pensamos, solo que no se suele informar de este tipo de deslices. Y, además, es asombroso pensar en lo cerca que ha estado nuestro planeta de ser completamente destruido, desde el diluvio, en tiempos de Noé. Afortunadamente, Dios en su misericordia mantiene a raya a las fuerzas del mal y la destrucción.

Como dice el libro de Apocalipsis, los ángeles de los cuatro vientos mantienen los problemas bajo control, ¡y ciertamente han tenido mucho trabajo que hacer! Pero algún día, un día glorioso, Dios les dirá que su trabajo en la Tierra ha terminado, que pueden relajar sus músculos y descansar. Y podemos confiar en este Dios porque nunca, nunca ha hecho nada por accidente.

Bradley Booth ha enseñado en escuelas adventistas de los Estados Unidos, África, Rusia y Tailandia. Actualmente es el director de The Story Tellers Ministry, que ayuda a enseñar el arte de escribir historias antiguas que siguen siendo importantes hoy. La oración del Dr. Booth es que sus libros inspiren a los lectores a mantenerse de parte de Jesús tanto en los buenos como en los malos tiempos.