No siempre los ancianos son sabios.
Job 32: 9, NTV
¿Tienes problemas en la escuela a veces? ¿Te cuesta hacer tus tareas a tiempo?
Pues no te agobies. Una de las personas más inteligentes de la historia, nacida un día como hoy en 1879, también tuvo problemas en la escuela. No podía concentrarse en sus estudios y hacía demasiadas preguntas. Sus profesores pensaban que sería un fracaso en la vida. Su madre insistió en que tomara clases de violín, pero su verdadera afición era construir maquetas y aparatos mecánicos. Y ahí fue donde se inició su genialidad.
Aunque en el fondo era un hombre sencillo, Albert Einstein llegó a dominar las cuestiones más difíciles y complejas en el campo de las matemáticas y la física. En 1921, su trabajo sobre las propiedades de la luz le valió el Premio Nobel de Física. Y fue uno de los primeros en sugerir la existencia de agujeros negros en el espacio. Su teoría decía que las fuerzas de la gravedad eran tan grandes en estos agujeros negros que ni siquiera la luz podía escapar de sus fuerzas gravitatorias. Pero Einstein es quizá más famoso por su fórmula de la energía (E=mc2). Su teoría de la relatividad sugiere que, si uno podía viajar lo suficientemente rápido, el tiempo se lentificaría.
Cuando Hitler subió al poder en Alemania, Einstein abandonó el país para establecerse en los Estados Unidos, donde comenzó a dar clases en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, Nueva Jersey. Fue durante esta época cuando ayudó a desarrollar el concepto de la bomba atómica. Esperaba que la energía atómica ayudara a equilibrar las fuerzas del poder militar en el mundo, pero más tarde se dio cuenta de que «la bomba» solo nos había empujado hacia la posible aniquilación de la especie humana. Lamentó el papel que había desempeñado en el desarrollo de tal arma y más tarde se convirtió en un líder en la carrera por la paz.
Sin duda, Einstein fue una de las mentes más creativas de la historia de la humanidad en lo que respecta al plano físico de la existencia humana. Pero este mundo consiste en algo más que el plano físico. Cuando Jesús vivía en nuestro mundo físico, anhelaba que la gente explorara el plano espiritual de la vida, donde Dios podía comunicarse con ellos y bendecirlos más. Incluso si eres un genio en el plano físico, siempre queda un nivel más elevado por dominar. Dios nos recuerda en el libro de Job que «no siempre los ancianos son sabios».