Versículo para hoy:
Después hubo una batalla en el cielo.
Apocalipsis 12: 7
ADY VEÍA ATENTAMENTE LA TELE. Su mamá la llamó para que sacara la basura.
-Mami, en un momentito voy –contestó la niña. Mamá tenía curiosidad de lo que ella veía en la pantalla, pues siempre hacía caso cuando la llamaba.
-¿Qué es lo que ves, mi niña? —preguntó mamá.
-Mami, ¿quién es más fuerte: una anguila o un cocodrilo? -preguntó con curiosidad la niña.
-¡Ah, ya veo! Estás viendo un programa de animales –afirmó mamá.
-Mami, ¡ven! Es que yo creo que el cocodrilo ganará esta batalla porque, aunque la anguila da toques muy fuertes, ese reptil ¡tiene mandíbulas poderosas! –respondió Ady-. Además, he visto en otros programas que los cocodrilos ganan.
-Veamos -dijo mamá.
Ady observaba que los dos animales luchaban por su vida. Pero, al final, ambos animales murieron: la anguila asfixiada y el reptil electrocutado.
-¿El agua tuvo algo que ver con la muerte del cocodrilo? -Cuestionó Ady.
-Sí, este líquido es un conductor de la electricidad. Así que el cocodrilo ¡recibió una descarga muy fuerte que lo fulminó!
Mamá le contó a Ady que también hubo una gran lucha entre Jesús y el enemigo de todos. Así como ella y Ady observaban atentamente la lucha de los dos animales, todo el universo observaba la batalla. Jesús la ganó y volverá por nosotros, como el Rey victorioso del universo, para morar por siempre con él.
Oración: Querido Jesús, soy ganador, porque tú venciste. Amén.