En el futuro me está reservada, la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me entregará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
2 Timoteo 4: 8
¿Has pensado cómo va a ser cuando llegues al cielo y te encuentres con Jesús? Es hermoso dedicar tiempo para meditar en lo que será el trayecto hacia el cielo sobre las nubes, rodeado de miles de personas, tus amados y millares de ángeles guiando el vuelo. Va a ser impresionante llegar a la Patria Celestial. ¡Imagínate entrar por las puertas de perlas abiertas y que hermosos ángeles te den la bienvenida!
El libro Primeros escritos relata cómo serán estos eventos. Elena de White, mensajera del Señor, recibió visiones en las cuales pudo ver cómo serán los acontecimientos finales de este mundo y nuestra llegada al cielo, cuando los hijos de Dios reciban sus coronas y arpas. Ella describe lo siguiente: “Luego vi un muy gran número de ángeles que traían de la ciudad gloriosas coronas; una corona para cada santo, con su nombre escrito en ella. A medida que Jesús pedía las coronas, los ángeles se las alcanzaban, y con su propia diestra el precioso Jesús ponía las coronas sobre la cabeza de los santos” (p. 313).
¿Sabes? Algunas coronas serán muy brillantes y tendrán muchas estrellas, mientras que otras tendrán poquitas; y sin embargo, todos estarán felices con su corona. ¡Todos en el cielo tendrán una corona con estrellas! Si vas al cielo, también alguna otra persona estará allí porque tú la ayudaste, inspiraste, u oraste por ella.
Es impactante saber que nuestra lealtad a Dios debe renovarse cada día, acompañada con un compromiso de llevar a otros amigos y familiares con nosotros al cielo. ¡Vas a recibir una corona, y mientras más personas hayan aceptado a Jesús por tu influencia (por ejemplo, por tus oraciones), más estrellas brillarán en ella! Esto no se trata de competir para ver quién tendrá más estrellas. Se trata más bien del privilegio de ser un enviado de Jesús para predicar de su amor a través de actos de bondad, orando y estudiando la Biblia con amigos o hablando de él a tus familiares que aún no aceptan a Jesús como su Salvador.
Lealtad a Dios y compromiso en su servicio es la mezcla perfecta para recibir una corona con estrellas. Y ¿sabes qué es lo más maravilloso? ¡Que será Jesús mismo quien la pondrá sobre tu cabeza!
Nina