Lo que voy a decir es la verdad.
Proverbios 8: 7
Materiales:
- Un trozo pequeño de pastel.
¿Sabes qué es la «honestidad»? Es decir siempre la verdad, sin importar lo que suceda. Vamos a ver un ejemplo. Papá agarra un trozo de postre y se le cae al suelo. Ahora mamá pregunta quién ensució el suelo. Papá dice que fue él. Papá fue honesto.
Hoy te quiero hablar de Daniel. Cierto día, el rey de Babilonia ordenó que durante treinta días nadie debía orar a Dios, solamente al rey. Quien no obedeciera, sería echado al foso de los leones.
Sin embargo, Daniel, a pesar de que respetaba al rey, no cumplió esa orden porque él sabía que es a Dios a quien hay que obedecer y Dios nos pide en su Palabra que oremos todos los días.
Obedeciendo a Dios, Daniel siguió orando tres veces al día, tal como siempre había hecho. Unos hombres malos lo vieron y se lo dijeron al rey, sabiendo que lo iban a arrojar al foso de los leones. Cuando el rey vio a Daniel, le preguntó si era cierto que él había orado a Dios y desobedecido la ley. Daniel contestó que sí, y lo llevaron al foso de los leones.
Pero por la honestidad de Daniel, Dios envió a su ángel para que los leones no le hicieran daño. Y Daniel salió bien del foso de los leones, dando testimonio del poder de Dios.
No tengas miedo a decir la verdad. Dios ama y ayuda a los niños honestos.
Querido Jesús, ayúdame a decir siempre la verdad.
Actividad: Recojan juntos el pastel que tiraron al suelo y limpien mientras comentan en qué momentos es más difícil ser honesto, y por qué debemos decir siempre la verdad.
