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Comparte tus alimentos

Siento compasión de esta gente, porque ya hace tres días que están aquí conmigo y no tienen nada que comer.

Marcos 8:2

Materiales:

  • Alimentos. Rostros que expresen emociones (uno que exprese hambre).

Mira los alimentos que hay en la mesa. ¿Sabes cuántas personas pueden comer con esa cantidad de alimentos? Vamos a contar cuántos hay. ¿Crees que alcanza para cinco personas?

¿Alguna vez has tenido hambre? Tener hambre es cuando la barriga te duele un poco, y te hacen ruido las tripas. También sientes que te faltan fuerzas para caminar. Tener hambre nos pasa a todas las personas cuando llevamos mucho tiempo sin comer.

Un día, Jesús estaba hablando a muchas personas, y cuando terminó de predicar, se dio cuenta de que la gente tenía hambre porque llevaban muchas horas allí. Sintió compasión de ellos, pero no había comida para tantas personas.

Fíjate que solo había siete panes y unos poquitos peces. Sin embargo, Jesús oró a Dios para agradecerle por los alimentos y Dios hizo un milagro. Aquellas poquitas raciones, Dios las multiplicó y alcanzaron para dar de comer a una multitud.

¿Has visto el rostro de una persona que tiene hambre? Mira estas caras, ¿cuál tiene hambre? ¿Qué puedes hacer para ayudar? Cuando ayudas a los necesitados, Dios te bendice de tal manera que a ti nunca te falta de nada. ¡Qué bueno es Dios!

Jesús, gracias por darnos lo necesario para poder compartirlo con quienes no tienen.

Actividad: Junto a tu familia prepara bolsas de comida. Llévenlas a personas que no tienen.

Dileisi Alimaris Pacheco es psicóloga clínica. Trabajó durante mucho tiempo con niños que tienen diversidad funcional. Le encanta trabajar con los niños de la iglesia. Actualmente colabora en el Grupo de Trabajo de Psicología y Discapacidad del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, España.