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El amor no es celoso

Donde hay celos y rivalidad, también hay desorden y toda clase de mal.

Santiago 3: 16, PDT.

Si mamá le diera a tu hermano un postre, pero a ti no, ¿cómo te sentirías? No te gustaría. Probablemente te sentirías celoso. Y de eso quiero hablarte hoy, de los celos.

Cuando te enojas o te sientes triste porque crees que no te quieren igual que a otra persona, eso es lo que llamamos «celos». Sentir celos no es bueno, porque te puede hacer decir o hacer algo que luego te haga sentir peor aún.

¿Recuerdas cómo se llamaba el mejor amigo de David? Jonatán iba a ser el rey en lugar de su padre, pero Dios decidió que el próximo rey fuera David. ¿Cómo crees que se sintió Jonatán?

Podía haber sentido celos, ¿verdad? Pero no sintió celos, sino que estaba feliz de que Dios eligiera a su amigo para que fuera rey. Jonatán felicitó a David y le dijo que sería su ayudante y que siempre serían amigos. Jonatán amaba a David y era su amigo de verdad, por eso no sintió celos.

Quizás en algún momento has sentido celos. Cuando te vuelva a ocurrir ese sentimiento, ora a Jesús, él llenará tu corazón de amor. Porque el amor no es celoso; al contrario, cuando amas a alguien te alegras con las cosas buenas que le pasan.

Querido Padre celestial, ayúdame a no sentir celos.

Actividad: A lo largo de toda esta semana, comparte todos los días al menos una cosa con tus hermanos.

Dileisi Alimaris Pacheco es psicóloga clínica. Trabajó durante mucho tiempo con niños que tienen diversidad funcional. Le encanta trabajar con los niños de la iglesia. Actualmente colabora en el Grupo de Trabajo de Psicología y Discapacidad del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, España.