Ahora yo soy el rey de Israel, […] y he construido una casa para nuestro Dios.
1 Reyes 8: 20, TLA.
Mira qué lindo templo. ¿Sabes quién lo construyó? Este joven que ves aquí: el rey Salomón. Quien tuvo la idea de construir un hermoso templo para Dios fue su padre, David; pero Dios le dijo a David que Salomón iba a construirlo. Así que cuando David ya era mayor, le dijo a su hijo que Dios lo había elegido para ser el próximo rey y para construir el templo. Salomón llegó a ser rey muy joven, y su padre se aseguró de entregarle las instrucciones de cómo debía construir el templo.
Una noche, el Señor le habló a Salomón en un sueño y le prometió que lo ayudaría en todo lo que se propusiera. Salomón dedicó todas sus facultades a obedecer lo que Dios y su padre le habían encomendado: llevar a cabo la construcción del templo.
Salomón quería que todo quedara perfectamente, por eso contrató a los hombres más capaces. La construcción duró años, y se edificó como Dios y David pidieron. Ahora el Señor tendría un templo hermoso donde habitar.
Dios quiere que tú seas como Salomón, que obedezcas a tus padres en todo lo que te pidan. Si obedeces a tus padres, Dios te bendecirá.
Querido Dios, quiero obedecerte siempre, y también a mis padres, ayúdame a ser obediente.
Actividad: Pregúntales a tus padres cuáles quehaceres debes realizar hoy. Si no sabes cómo hacerlos, diles que te den instrucciones.