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Dios nos hizo diferentes

A cada uno de nosotros Cristo nos dio las capacidades que quiso darnos.

Efesios 4: 7, TLA.

Materiales:

  • Fotografías de los niños en diferentes años.

Mamá te mostrará fotos donde estás tú con tu hermano. ¡Qué bonitas! ¿Te gusta pasar tiempo con tu hermano? ¿Te has dado cuenta de que tu hermano disfruta con algunos juegos que a ti no te gustan? ¿Recuerdas a Caín y Abel?

Cuando Caín y Abel eran pequeños, les gustaba jugar juntos. Pero cuando crecieron, eran muy diferentes. A Caín le gustaba sembrar frutas y verduras. Así que tenía que preparar la tierra y sembrar las semillas antes de que saliera el sol.

En cambio, Abel prefería cuidar ovejas, así que debía llevarlas a diferentes lugares donde había hierba y agua. Pero a pesar de esas diferencias, los dos seguían siendo hermanos. Dios nos hizo a todos diferentes, por eso tu fruta favorita o tu color preferido no son los mismos que los de tu hermano.

Quizás a veces quieras jugar con tu hermano y él prefiera hacer otra cosa. Por eso debes ser tolerante, es decir, no enfadarte y aceptar su decisión. También podrías intentar aprender su juego favorito, para que pasen tiempo juntos, divirtiéndose. Es importante que nos llevemos bien con nuestros hermanos y que todos respetemos a Jesús.

Jesús, ayúdame a aceptar a mi hermano o hermana tal como es.

Actividad: Hablen de cosas parecidas y diferentes que hay entre tú y tu hermano. Pregúntale a tu hermano sobre las cosas que le gustan y por qué le gustan.

Dileisi Alimaris Pacheco es psicóloga clínica. Trabajó durante mucho tiempo con niños que tienen diversidad funcional. Le encanta trabajar con los niños de la iglesia. Actualmente colabora en el Grupo de Trabajo de Psicología y Discapacidad del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, España.