Ante Dios todas las personas son iguales.
Romanos 2: 11, RVC.
Materiales:
- Manzanas de varios colores.
- Plato para poner las manzanas.
Vamos a jugar a algo juntos. Cada uno debe agarrar una manzana de estas que hay aquí. Son todas diferentes, de distintos colores, ¿verdad? Ahora, colóquenlas en este plato.
Papá va a agarrar las manzanas que hay en el plato y les quitará la piel. Ahora, viendo las manzanas peladas, ¿pueden reconocer cuál era la de cada uno? A pesar de que las manzanas tenían diferentes colores por fuera, por dentro son todas iguales.
Mira este joven de la imagen, tiene algo diferente, ¿qué es? Él se llama Mefiboset. Cuando tenía cinco años, la criada que lo cuidaba salió corriendo con él para protegerlo de las personas que querían hacerle daño. El niño se cayó y recibió un golpe en una pierna.
Aunque no podía caminar, era un niño inteligente, y a medida que iba creciendo fue aprendiendo a cambiarse la ropa y a comer solo. Cuando Mefiboset creció, sabía montar a caballo. Él amaba a Dios y se llevaba bien con los demás.
¿Conoces a alguna persona con una discapacidad? Aunque por fuera se vea diferente, por dentro es igual a ti. Puede amar, aprender y sentir alegría o tristeza. Ser tolerante es aceptar a las personas con discapacidad, porque, al igual que tú, son hijos de Dios.
Gracias, Dios, porque todos somos de valor para ti.
Actividad: Junto a tu familia, comenta cómo puedes mostrar tolerancia a las personas con discapacidad.