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El Invitado Especial

No se olviden de recibir bien a la gente que llegue a sus casas.

Hebreos 13: 2, TLA.

¿Alguna vez has tenido un visitante especial en casa? Este hombre que ves en la imagen es el profeta Eliseo. Los profetas tenían que viajar a diferentes lugares para llevar la Palabra de Dios a la gente. Ellos no tenían automóviles, sino que iban a pie.

Eliseo visitaba mucho una ciudad que se llamaba Sunem. Allí vivía una mujer que siempre invitaba a Eliseo a comer a su casa. Un día, la mujer de Sunem tuvo una idea. Fue donde su esposo y le dijo que debían construir una habitación para el profeta, de tal manera que cuando estuviera en la ciudad, pudiera descansar. El esposo estuvo de acuerdo y construyeron en su casa una habitación para Eliseo.

Cada vez que Eliseo pasaba por aquella ciudad, se quedaba en la habitación que la sunamita y su esposo le habían brindado. Dentro había una mesa, una silla, una lámpara y una cama. Eliseo estaba muy contento, él era un huésped especial.

La sunamita era muy generosa. Ella sabía que el profeta necesitaba un lugar para comer y dormir. Y es que ser generoso no es solo dar dinero. Eres generoso cuando tratas bien a las personas y las haces sentirse especiales. A Dios le encanta que los niños sean generosos.

Querido Dios, ayúdame a tratar bien a todas las personas.

Actividad: Junto a tus padres, inviten a comer a una persona con quien hayan compartido poco. Háganla sentir especial.

Dileisi Alimaris Pacheco es psicóloga clínica. Trabajó durante mucho tiempo con niños que tienen diversidad funcional. Le encanta trabajar con los niños de la iglesia. Actualmente colabora en el Grupo de Trabajo de Psicología y Discapacidad del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, España.