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Hay Un Momento para todo

En esta vida todo tiene su momento.

Eclesiastés 3: 1, TLA.

Materiales:

  • Reloj y calendario.

Mira el reloj que tiene papá, ¿qué hora es? Gracias al reloj podemos saber que hay un momento para hacer algunas actividades, y otras no. Por ejemplo, durante el día podemos estudiar y jugar.

¿Podemos ir a la playa en la noche? No. El cuerpo necesita dormir y descansar. Así, a la mañana siguiente tenemos energía para jugar y aprender.

Este joven que ves aquí es Eutico. A él le gustaba escuchar historias del amor de Dios. En una ocasión, Eutico estaba escuchando a Pablo predicar. Él estaba sentado en una ventana y, después de escuchar un buen rato, sintió sueño. Pero no fue a dormir a su casa, porque quería seguir escuchando.

Sin embargo, tenía tanto sueño, que su cabeza se movía de un lado a otro y los ojos se le cerraban. Finalmente, Eutico se quedó dormido y se cayó de la ventana. Pablo oró por él, Dios lo sanó, y Eutico se levantó.

El problema de Eutico fue que no tuvo autodominio. En vez de irse a dormir, siguió escuchando a Pablo horas y horas. Dios dice en su Palabra que hay un momento para todo: para comer, jugar, dormir y hacer los deberes. Si tienes autodominio dejarás de jugar, no importa cuánto te estés divirtiendo, para hacer lo que corresponde en ese momento.

Querido Dios, ayúdame a hacer lo que debo hacer en el momento que debo hacerlo.

Actividad: Junto a tus padres, organiza, por día y horas, las actividades que debes realizar durante la semana.

Dileisi Alimaris Pacheco es psicóloga clínica. Trabajó durante mucho tiempo con niños que tienen diversidad funcional. Le encanta trabajar con los niños de la iglesia. Actualmente colabora en el Grupo de Trabajo de Psicología y Discapacidad del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, España.