Hay en la iglesia diferentes dones, pero el que los concede es un mismo Espíritu.
1 Corintios 12:4
Predicar, orar, cocinar, ayudar, estudiar, enseñar… Dios distribuye diferentes tipos de dones. ¿Cuál es el tuyo? ¿Has logrado identificarlo?
Jesús llamó a doce hombres para que fueran sus discípulos. Cada uno de ellos tenía diferentes habilidades. Por ejemplo: Pedro era líder; Santiago, el mayor, era atento; Juan era amistoso; Andrés era misionero; Felipe era inteligente; Bartolomé era honesto; Mateo era hospitalario; Tomás era valiente; Santiago, el menor, y Tadeo eran desinteresados.
Dios aprovechó los dones de los discípulos, aprovechó lo mejor que tenían y lo usó para que el mensaje de salvación fuera predicado a muchas personas.
Él quiere hacer lo mismo contigo. Las cosas buenas que sabes y disfrutas hacer ciertamente pueden ser muy útiles en el Reino de Dios.
Tu talento para hablar, escribir, cantar; tu habilidad para practicar deportes; tu sonrisa fácil, entre otras cosas, pueden ayudar a muchas personas a tener una mejor visión de Dios y de su amor.
Pon tu talento a disposición del Señor, y como resultado tendrás un ministerio y serás muy útil a las personas y a Dios.